sábado, 14 de noviembre de 2009

Odipecia (Tercera parte)

Léase bajo su propio riesgo.

Leí.

Felicidades a cambio de vuestra cordura estáis invitado a la función Medianoche; donde las inconsistencias de la condición humana cobran vida, donde la contradicción y la extravagancia dan a luz al caos y a la locura. Además contáis con un pase directo al Brindis, cortesía del Cerdo Desplumado.

Tras una puerta que abro con esfuerzo encuentro el auditorio, los sillones están empolvados, prefiero mantenerme de pie. En el escenario un hombre con disfraz de payaso sube, con cuidado de no caer, a un banquillo y con un acento grave dice:

Bienvenidos todos al sublime e incontenible Teatro Nocturno. Hacedme el favor de apagar vuestros miedos e incertidumbres, no os mostraremos nada que no queráis mirar. ¡Liberad la noche!

-De pronto el todo pierde sentido. No hay verdad. El juego vuelve a comenzar en otra dimensión. Una hermosa joven con una camiseta holgada y gris, con un tierno seno al aire, de la cintura es sostenida por largos y delgados brazos masculinos. Él, imperturbable, apunta su eterna mirada hacia mi y suelta una sonora carcajada burlona; no para hasta que lo reconozco. Soy Yo, un Yo que nunca pude construir, un deseo frustrado por mi desmesurada conciencia.

Es de día. No se en donde estoy pero se a donde ir.

miércoles, 15 de julio de 2009

Odipecia

-No me escuchaste y él tenía razón, al igual que yo cuando te dije que él tenía razón. Claro que la tuvo y por supuesto que la tuviste, en mi fracaso siempre la tienes, mas cuando se; tú fallas. ¿Olvidas, acaso, nuestra conjetura? Se y sabemos que sólo sabes que no sabes lo demás, el hecho no es que falles, sino que yo se todo lo que no sabes, en otras palabras, lo único que no se, es que eso es lo único que me falta por saber. Mejor calla, esa brisa cegadora es exquisita. Esto me recuerda al viejo filósofo 9, siempre con sus ideas repetitivamente radicales, aunque si no fuera por él y sus gritos de astrehad esto seguiría siendo un simple pensamiento de los soñadores idiotas, un dibujo en las paredes de tu casa. Olvida esas historias, me aburres y ni siquiera entiendo lo que dices ¿Qué es astrehad? Para comprenderlo debes ser yo. Pero lo... Entiende, debes recordarme y a todos ellos; a todos nosotros, te lo mostraré, sígueme.

Me llevó por un túnel de concreto donde había un jaguar cubriéndose del sol de verano, entramos a lo que Él llamaba “El Sónico Terrenal” una gigantesca red ferroviaria, conecta los puntos más importantes y otros tantos de todo el globo.

martes, 6 de enero de 2009

Sofía

Entre gotas blancas que caen al suelo esparciéndose y rebotando, el cielo ha explotado y el mundo se reorganiza, un gemido con sabor a agua tibia se escribe en los párpados de la naturaleza y lo único que se dice es nada; sólo nada. El sinsentido recobra parte de su existencia y nuevamente la pierde -¿Qué es lo que no debes preguntar?- Agitada inhala y exhala, –Lo que ves es lo que es, no lo que crees– la Verdad que muere de soledad, virgen de cuarenta que mezcla crema y miel entre sus dedos, el Bien, de paz y bienestar, y el oscuro y ardiente Mal, sus contrarios y contrarios entre sí, le desprecian, la fea del vecindario y su preparado de crema y miel. El aroma cambia, el color se torna rojo, mas no hay sangre en el agua ni en el aire; sólo sabrosas gotas que envenenan de juventud y amor –Te doy la mano con mi vida en un sobre de papel y sólo por una cucharada de tu preparado de crema y miel–