martes, 21 de agosto de 2012

Odipecia (Sexta parte)

Di una palabra ¡Aparece! escapas cada vez que puedes ser útil.

Él escapa cada que puede ser útil. Todos me observan como esperando algo, en realidad esperan algo. Odio que me miren así, apostaría que pueden escuchar mis pensamientos. Reviso mi mochila y encuentro hojas de papel que nadie, excepto ellos, podría distinguir de la basura. Extraigo las hojas adornadas con mi horrible letra y me son arrebatadas.

--¡Excelente!-- festejando el filósofo 9 --Lo consiguió, es el número 47, podríamos deducir el resto--

--Tu a tort,-- Creí que no la volvería a escuchar --Ce sont des lois complètement essentielles-- me pregunto qué hace aquí --Elles sont le minimum qui décrit les immortels-- Se muestra desde la penumbra como en las películas de suspenso --Je  t'ai montré hier-- Margo.

Apuesto que no tienes ni idea de lo que están hablando. Llevan años buscando unas leyes escritas por los inmortales; unos pensadores ligados en el espacio-tiempo, entre ellos un pitagórico, o tal vez el mismo Pitágoras. Sí, después de una larga discusión descifraron un salto evolutivo inducible, aún no sabemos si se detona genética o socialmente. Lo fijaron en 63 leyes ordenadas e independientes y un método, y lo colocaron en manuscritos de cada época, en forma de acertijo para garantizar su aplicación, llegado el momento.

Consternado, dice José --El último sitio de ideas de la ciudad del tiempo fue clausurado cuando por fin construyeron a dios-- Un haber carente de conciencia, omnipresente y casi omnisciente --Allí albergaban secretamente el último ejemplar de un tomo italiano, mismo que contiene el siguiente acertijo-- está preocupado, los almacenes sitio de ideas fueron trasladados a unas inmensas bodegas flotantes en Oceanía, no se preocuparían por la integridad de un libro ilegible roído por los siglos.

Ahora me haces recordar, vuelven las preguntas y el dolor de cabeza. Ahora rehuyes, los inmortales no te dejarán en paz hasta que cumplas la encomienda. Los inmortales no me molestaron hasta que apareciste. La culpa es de quien cree en la verdad. Eres una idea de grandes aspiraciones y de poco alcance, deseas enloquecerme.

Margo voltea hacia María --C'est ton tour-- ella debe descifrar el acertijo número 48, por supuesto José irá con ella...